FODA o SWT, reformular estrategias y crear oportunidades, en tiempo de crisis económica
- 27 jun 2022
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La guerra bélica y las consecuencias en cada uno de los escenarios en Latinoamérica y el Caribe, elevan la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas. Los países que mejor canalizan las variaciones, son los que mantienen un mejor control de su economía y finanzas. Lo que se refleja en las empresas, aquellas empresas que mantienen un control en sus gastos y finanzas, son las que mejor pueden apalear las diferencias presupuestarias, evitando así hacer recortes a corto plazo en sus gastos, o tomar medidas drásticas.
El enfoque que tengan los directores y gerentes ante la perspectiva actual es la clave, podríamos pensar que el análisis FODA es conveniente como evaluación de la situación presente (Fortaleza – Oportunidades – Debilidades – Amenazas), y de hecho lo es, además de estudiar el posicionamiento de la empresa. Sin embargo resulta imprescindible el análisis SWT (Fortalezas – Debilidades – Tendencias), esto es diferente del análisis FODA y tiene por objetivo determinar cómo puedes igualar tus fortalezas para aprovechar una tendencia y sostener o reconstruir el negocio. La crisis puede ser una oportunidad que no deberíamos desaprovechar, para abordar reformas en profundidad que podrían ser desapercibidas en tiempos normales. Si bien cada entidad debería saber en qué áreas se puede enfocar, mencionare algunas:
1. Innovación tecnológica, en primera mano, es el factor que incorpora a la empresa en una gestión óptima y ajustada a la realidad. Los procesos repetitivos podrían ser digitalizados. Las empresas que no pueden hacer grandes inversiones tecnológicas, se inclinan por adquirir servicios tercerizados, como es el caso de las cobranzas y pagos, donde la tercerización se ha generalizado, por aportar resultados satisfactorios a un bajo costo.
2. Conocer al cliente, no solo conversar y compartir preocupaciones de mutuo interés, se trata de mantener un análisis de su situación y necesidades, que permita establecer una segmentación adecuada, y dirigir nuestra comunicación a la persona correcta, por la vía adecuada y en el mejor momento. Vale mencionar la importancia que merece definir mantener como clientes, aquellos que no estén en línea con las condiciones del negocio.
3. Rentabilizar. Se trata de aprovechar al máximo los recursos de la empresa, por ejemplo; de nada serviría hacer grandes esfuerzos en incrementar las ventas si cobramos las facturas en 100 días, está claro que el tiempo es dinero, y el tiempo extendido en la cobranza favorece la incobrabilidad. Por tanto, la gestión de cobranzas eficiente, enfocada en la cobranza predictiva es la llave a la estabilidad y ahorro.
4. Equipo. La fuerza humana es el motor que impulsa el negocio, la comunicación e incorporación es elemental. Podría decirse que la capacitación es imprescindible, de hecho es importante contar con equipos capacitados, pero más allá de esto, es importante que el equipo este alineado a los objetivos del negocio, que este en pleno conocimiento del sentido que tienen las actividades que se realizan, para ello las reuniones + eventos integrativos son una buena ecuación.
5. Innovación en productos y servicios. Lo ideal es mejorar la satisfacción del cliente. Un ejemplo de ello es incorporar métodos de pago de fácil acceso, comodidad en la información de deuda y estados de cuenta, es decir facilitar la comunicación y gestión de pago, alivia al deudor y optimiza la cobranza.
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